El pasado
jueves 18 de noviembre, el Centro
Cultural One Way en Tegucigalpa invitó al artista hondureño Santos Arzú Quioto a
dialogar sobre su proyecto artístico de gran formato La alfombra.
Arzú no busca contar historias sino que el público se haga su propia visión, haga su propia lectura. Pero teniendo él también una vasta experiencia como docente, fue paso a paso explicando al público presente, la mayoría jóvenes universitarios, cómo hacer un recorrido por su obra: “leer” cada signo, cada color, forma y textura, el espacio y la luz…
La alfombra, al igual que las que se hacen durante la Semana Santa, es una visión de muerte que pasa a la vida, la inmolación que tiene un sentido. La alfombra es efímera, dura mientras está instalada, luego cuando se camina sobre ella todo termina, pero la inmolación habrá valido la pena. El recorrido por la alfombra es como un peregrinaje, vemos al fondo un punto de destino, pero al que nunca llegaremos pues se vuelve la eterna búsqueda.
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