Roque Dalton

“La poesía debe ser el pan de todos”, con esta frase el Dr. Luis Alvarenga inició su ponencia sobre el poder de la palabra en la poesía del escritor salvadoreño Roque Dalton. Esta se realizó el miércoles 27 de noviembre, en el Museo de Antropología de la Universidad Tecnológica (MUA); dentro del marco del ciclo de conferencias 2013- 2014 que el Centro Cultual One Way desarrolla. Fue enfático al sostener que la poesía no es una cosa que está lejana de la vida cotidiana, aunque muchos intelectuales,entre estos también poetas, nos han hecho pensar que es un objeto bello sólo para venerar; pero, la poesía se nutre de la vida real. Por ello, hay que restituirle a la poesía el lugar donde debe estar, es decir, en el cotidiano de mujeres y hombres. Por esto, Alvarenga afirma que “la poesía no está hecha sólo de palabras. Hacemos la vida con palabras. Creamos realidades con palabras. Nos relacionamos con palabras. En las palabras está la vida”.

Ejemplo de ello lo encontramos en la poesía de Roque Dalton; La obra de Roque pretende incomodar, no dejar indiferente ante las situaciones que acontecen en la cotidianidad. Alvarenga sostuvo que para hacer poesía de verdad, el poeta debe vivirla; debe ser coherente con lo que vive y escribe. Ya que, al hablar con radicalidad de lo que uno experimenta, está hablando de la verdad y permite que la poesía sea comunión. A sabiendas de que las palabras y la vida son fundamentales para el poeta, la poesía, dentro de una realidad injusta, debe estar al lado de la justicia; debe humanizar la vida; debe cuestionar la realidad.
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¿Qué es el Centro Cultural One Way?

Para nosotros, hacer cultura es el deseo de dar un juicio a la realidad, un juicio que sea el resultado de un diálogo entre nosotros y el público. Y es que cultura es el interesarse por todos los acontecimientos y por toda la realidad, no hacerlo sería como desinteresarse del mismo hombre.

Sin embargo, para juzgar es necesario tener clara la propia identidad, saber lo que es el fundamento de todo, y preguntarse qué le da un sentido a todo el actuar.

Por esta razón nace “One Way” (el único camino), porque consideramos que el único camino por el cual vale la pena vivir y actuar es el hombre. Vivir y actuar en función de él.

Fue así como decidimos iniciar un trabajo juntos, con el cual construir lugares de verdad, empeñándonos en un trabajo educativo y cultural que contribuya a formar hombres nuevos. En este sentido, se nos presentó la cuestión sobre cómo llevar a cabo esta labor, pues estábamos conscientes de que nos hacía falta madurar y crecer. Sin embargo, pensamos que este crecimiento no puede ser algo que preceda a la acción y sobre todo no puede ser algo privado o circunscrito a pocos. Todo lo contrario, es posible crecer en un actuar de forma nueva dentro de la sociedad, iniciando en ella un diálogo sincero.