Concierto "Cuerdas y Voces"

El Centro Cultural One Way trajo por segunda vez el concierto CUERDAS Y VOCES, a beneficio del Aula de Refuerzo Escolar y Humano “Las Abejitas”, en Santa Tecla. La actividad se realizó el sábado 14 de julio, a las 6:00 p.m., en el Palacio Tecleño.

Los artistas que apoyaron el evento con su voz y su arte fueron Esaú Rivas y su grupo KVC; Alexei Flores, guitarrista de baladas y rock and roll; Dulcinea Flores y Mauricio Trejo, cantantes de nueva trova; Roberto Fuentes y Gloria, que se destacan en el canto de poesía lírica; y las bailarinas del Estudio de Danza Humanum Tempore.

El Director del Centro Cultural One Way, Ramón Henríquez, inauguró el evento con las siguientes palabras: “Es preciso y urgente cambiar la mirada vana de todos los días por una más cautelosa, para no caer en la distracción o indiferencia que sepulta silenciosamente el deseo de un bien mayor en nuestros corazones (…). Esto se puede lograr también desde la música, la cual si no ayuda al hombre en la búsqueda de un significado para la propia existencia se vuelve distracción o alineación”.

Este evento fue parte del ciclo de conferencias e iniciativas que el Centro Cultural está llevando a cabo bajo el tema “Auri Sacra Fames” (El hambre sagrada del oro), en colaboración con la Fundación Divina Providencia y el Palacio Tecleño.



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¿Qué es el Centro Cultural One Way?

Para nosotros, hacer cultura es el deseo de dar un juicio a la realidad, un juicio que sea el resultado de un diálogo entre nosotros y el público. Y es que cultura es el interesarse por todos los acontecimientos y por toda la realidad, no hacerlo sería como desinteresarse del mismo hombre.

Sin embargo, para juzgar es necesario tener clara la propia identidad, saber lo que es el fundamento de todo, y preguntarse qué le da un sentido a todo el actuar.

Por esta razón nace “One Way” (el único camino), porque consideramos que el único camino por el cual vale la pena vivir y actuar es el hombre. Vivir y actuar en función de él.

Fue así como decidimos iniciar un trabajo juntos, con el cual construir lugares de verdad, empeñándonos en un trabajo educativo y cultural que contribuya a formar hombres nuevos. En este sentido, se nos presentó la cuestión sobre cómo llevar a cabo esta labor, pues estábamos conscientes de que nos hacía falta madurar y crecer. Sin embargo, pensamos que este crecimiento no puede ser algo que preceda a la acción y sobre todo no puede ser algo privado o circunscrito a pocos. Todo lo contrario, es posible crecer en un actuar de forma nueva dentro de la sociedad, iniciando en ella un diálogo sincero.